MUSEO DE ARTE POPULAR
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Yo con un caracol psicodélico |
Después de correr un rato en la calle durante un bello diluvio de septiembre en el Centro Histórico de la Ciudad de México logramos llegar (empapados y casi nadando) al Museo de Arte Popular (MAP) en la calle de Revillagigedo a una exposición temporal de alebrijes de entrada gratuita.
Pero no cualquier tipo de alebrijes...
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#SireUnicorGónPatasDeGallo |
Como si no fuese suficiente con lo hermosos y ricos (culturalmente) que son los alebrijes alguien tuvo la genial idea de llevarlo a otro nivel, reuniendo más o menos unas 12 piezas generadas por
distintos artistas y escultores mexicanos y utilizando las técnicas tradicionales con las que éstos curiosos animal-bestias-híbridos folclóricos se han hecho desde hace tanto tiempo.
Suena fácil, pero seguro éste grupo de gigantes coloridos no pudieron haber sido hechos sin ayuda de un Diseñador Industrial (aunque les duela) ya que los requerimientos de algunos de los aebrijes iban más allá de solo ser unas enormes cosas coloridas y me refiero a que de verdad debían profundizar en algo más que solo escupir inspiración, porque seis de los alebrijes (o cinco, si no mal recuerdo) tenían integrada una instalación eléctrica de LED's, una estructura metálica que tuvo que ser muy bien elegida para dar resistencia con grosores y pesos mínimos para cada alebrije para que no perdieran luminiscencia y además fuesen fáciles de manipular par
a quienes los manipulaban...
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Operadores+Alebrijes |
SI!! SE MOVÍAN!! unas bestias de papel maché luminosas de 3-5 metros de altura que "se fusionaban en un solo ser" mediante estructuras metálicas con personas de no más de 1.75mts y 70kgs a quienes les pregunté si no se cansaban y si no pesaban demasiado sus respectivos "titeres", a lo cual respondieron muy tranquilos que podían estar hasta 5 horas cargándolos sin ningún problema. No me pueden decir que eso no fue un buen trabajo de ergonomía y aplicación estética estructura-carcasa, porque entonces no se que habrá sido. Tal vez el azar tuvo algo que ver (si, claro).
En fin. Aunque de corta duración, el espectáculo fue espléndido visualmente hablando (valió la pena la mojada), los alebirjes muy bien hechos, tanto los fijos, como los móviles luminosos. Dejaron al "Yo Visual" muy co
ntento porque además me dijeron que habrán recorridos en la alameda central pronto, así que podremos verlos en un entorno que les va a favorecer aún más en el futuro (todavía no avisan cuando).