MUSEO DE LA LUZ

EN EL CENTRO...

Histórico de la Cuidad de México se encuentra el Museo de la Luz. Un recinto para todos aquellos fanáticos y amantes de la riqueza visual y la ciencia detrás de todos los fenómenos visuales (con la luz como protagonista de éstos) fue nuestro destino en ésta ocasión.

Con Pepper Potts bien felices en la entrada.

Comenzamos con una pequeña explicación de la función y composición de las partes del ojo humano, que es el órgano encargado de transmitir todos los espectros que somos capaces de observar hacia el cerebro, para que los traduzca y los interprete.

Posteriormente comenzamos el tour, que no fue lo mejor de la vida, porque nuestra amiguita encargada del paseo se tardó media hora en contar la historia del museo y otras 4 historias relacionadas con el recinto en lugar de explicarnos los maravillosos fenómenos visuales que pudimos observar en el resto del tiempo.

¿Cuántos diseñadores industriales necesitas para encender una lámparita? En realidad solo uno... Y una esfera aisalante con plasma en su interior, más una aplicación de corriente eléctrica. Nada más...

Desde refracción de la luz, hasta espectros electrómagnéticos generados por corrientes eléctricas en un ambiente aislado con una atmósfera de gas ionizado (o plasma) fueron parte de la visita que los alumnos del CIDI, que de por sí ya son como niños de kinder así solitos se divirtieran como enanos (ven que el niño es risueño y le hacen cosquillas)

Un reporte corto comparado con lo que acostumbro contarles (con el mismo humor negro y sarcasmo de siempre) pero lo dejo hasta aquí para que no les arruine la visita que vale mucho la pena para los que buscan enriquecer su bagaje visual  en un museo sumamente interactivo, grande y divertido como para pasar una buena mañana (o tarde, si les da flojera madrugar) y después ir a dar la vuelta al centro.

Los niños del CIDI haciendo una foto de concierto de rock de una demostración proyectada de los colores luz.